Rissig Licha
Legión de tontos indignados en la Red
Posted: 12 Jun 2013 05:32 PM PDT
SANTO DOMINGO—No hay mejor tonto que aquel que se niega a reconocer aquello que tiene frente a él porque le es más conveniente ignorarlo. Ello ha quedado claramente ilustrado con la salida a la luz pública del operativo del gobierno de los Estados Unidos mediante el cual ha quedado demostrado que la Administración Obama ha estado pinchando teléfonos y el tráfico en la Red de millones de usuarios—de Google, Facebook, Apple, Microsoft, Skype, Yahoo y YouTube. En consecuencia de ello, todos esos tontos que, gratuitamente, por el placer de pertenecer a la creciente legión de cibernautas cedieron una y otra vez su intimidad para ocupar un sitial en la Red desde dónde interactuar cara al sol o a través de un avatar con otros internautas, hoy se encuentran indignados de haber perdido su privacidad.
Quizás muchos nunca leyeron a Orwell. Otros de seguro que marcan el 1984 como el año en que el crack apareció por primera vez en Los Ángeles. Pero solo aquel que fuma crack puede pretender que le creamos que no tenía idea alguna de que su presencia en la Red de ninguna manera comprometía su privacidad. Esos argumentarán, sin margen para equivocarnos, que si alguien colocaba una foto en Facebook en la que aparecías etiquetado para que todo el planeta pudiera saber aquello que no querías que nadie supiera con solo invalidar la etiqueta lograbas deshacerte de ella—al menos en tú página pues seguía ad infinitum en uno de los muchos servidores que almacenaban los récords en las instalaciones de estas grandes empresas y que los agentes de inteligencia norteamericanos minaban para dizque luchar contra el terrorismo.
Este voyerismo oficialista es el mismo que hoy tiene en problemas a la Administración Obama con la Comunidad Europea y, en particular, con la canciller germana Angela Merkel, antes de la cumbre de la semana próxima. Merkel, quien algo conoce del totalitarismo de Estado pues fue secretaria del Departamento de Agitación y Propaganda de la República Democrática Alemana (RDA) antes de la caída del Muro de Berlín y sucesora tras el derrumbe del satélite soviético con sede en Berlín de Wolfgang Schnur, en el liderazgo del Despertar Democrático por descubrirse que éste había sido un colaborador de la Stasi, la policía secreta de la dictadura socialista, está más que incómoda con la develación de la operación de espionaje tecnológico por un empleado de la firma Booz Allen Hamiton, Edward Snowden.
De hecho, según un editorial del diario germano Der Spiegel Online, la ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, indicó que las informaciones de que Estados Unidos podría acceder y rastrear virtualmente todas las formas de comunicación en internet eran “profundamente desconcertantes” y potencialmente “peligrosas”. “Cuanto más vigila, controla y observa una sociedad a sus ciudadanos, menos libre es”, según la cita del editorial.
No hay que ser paranoico ni por qué dudar porque no es muy reconfortante para todos los que han tenido que sufrir las arbitrariedades y vejámenes de una dictadura—sea ésta de derechas o de izquierdas—al confrontarse con el hecho de que el Hermano Mayor escucha, lee y almacena todas sus conversaciones y comunicaciones. No, eso es más que natural, pero de ahí a hacerse el tonto de que en la Red teníamos privacidad, hay un trecho. Quizás hubiera sido mejor seguir la máxima que predicaba Marx, Groucho, claro está, en nuestra navegación por la Red: “Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.”
LEGIÓN DE TONTOS INDIGNADOS EN LA RED
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